Las construcciones pasivas son edificios diseñados para conseguir las condiciones de confort para sus ocupantes con un consumo de energía muy bajo. Existen varios estándares constructivos, entre los que destaca el estándar Passivhaus.
Con la aplicación correcta de sus principios se obtienen viviendas de altas prestaciones, con un consumo energético casi nulo.
El aislamiento térmico debe estar bien estudiado para las condiciones del lugar donde se encuentra; y colocarse de manera continua, minimizando de esta manera las perdidas de energía a través de los cerramientos. Debe conseguirse un grado alto de estanqueidad del edificio, por medio de soluciones constructivas adecuadas. Las ventanas y puertas exteriores deben tener baja transmitancia (baja perdida de energía a través del material), y sus dimensiones y características estar bien estudiadas dentro del proyecto para cumplir su propósito.
Si además de los puntos anteriores se colocan sistemas de ventilación con recuperador de calor, se puede reducir al máximo la energía que hay que aportar para calentar y refrigerar, y con todo ello reducir al máximo la factura energética. Obteniéndose edificios pasivos, muy respetuosos con el medio ambiente.